Una luz en la oscuridad

Han pasado ya 14 años desde que nos dejo, pero hoy, tanto como ayer o quizás aun con mayor fuerza, su legado y mensaje sigue vigente...por eso el pasado Sábado se celebró el segundo Día de Carl Sagan, que como otras que se organizan a lo largo del año nació fruto del esfuerzo de multitud de asociaciones y particulares para mantener vivo la obra de uno de los divulgadores que más lucho para hacer llegar el conocimiento y la ciencia al gran publico, en un esfuerzo ofrecer la luz de la razón a un mundo donde las sombras de la superstición y fanatismo religioso siguen dominando, desgraciadamente, la mente de tanta gente.

Sagan defendió la ciencia como la mejor y única herramienta para entender el Cosmos y nuestro propio historia, nos enseño lo maravilló que esta podía ser y nos advirtió del momento crítico en que nos encontramos, con una Humanidad que se mueve entre unos avances tecnológicos asombrosos y una mente que en ocasiones parece haberse quedado en el pasado mas retrógrado, una mezcla potencialmente desastrosa. Precisamente para luchar contra esto nos dejo numerosas obras donde afrontaba sin reservas esta problemática, en palabras claras lo que le hizo ganar, por su posición crítica con respecto a las religiones, muchos enemigos pero también, en mucha mayor medida, admiradores.

Para estos últimos, aquellos que recuerdan a este hombre singular como aquel que nos inculcó el amor por la ciencia y la razón, para los que soñaban con moverse a través el infinito mar de estrellas con la imaginaria nave interestelar de la serie Cosmos, para todos los que luchan para que esa pequeña luz de esperanza en medio de la oscuridad no se apague nunca. Para todos ellos, feliz día de Sagan.


Feliz Día de Sagan