lunes, agosto 16, 2010

Las mil caras del Sistema Solar

Muchos son los lugares extraños y fascinantes que pueblan el Sistema Solar, una gigantesca familia de cuepos de todo tipo y tamaño, y en muchos casos dotados cada uno de ellos de una "personalidad" propia que lo diferencia del resto...así es en el caso de los planetas, cada cual diferente al resto, e incluso entre las propias lunas de cada uno de ellos. Una visita a los numerosos acompañantes de Júpiter y Saturno, por ejemplo, permite ver como volcánica Io no se parece en nada a la enorme Ganímedes, o la neblinosa Titán a la acribillada Mimas. Y lo mismo podríamos decir de nuestra propia Luna con respecto a todas las demás.

También en el reino de los "cuerpos menores" aquí encontramos un pequeño universo donde las diferencias, quizás no tan extremas como las que existen entre sus hermanos mayores, resultan claras cuando los miramos de cerca...asteroides de todo tipo, forma y color, algunos solitarios y otros moviendose en compañía...cometas más brillantes que otros, unos con órbitas cortas, otros cuyo viaje dura cientos de miles de años y incluso aquellos que solo nos visitan unas vez antes de perderse para siempre. Y después vienen los anillos..

Están cuatro grandes planetas gaseoso , aunque cuando hablamos de anillo lo primero en que pensamos es en Saturno, lo que es lógico pues resultan, con una diferencia abismal sobre sus oscuros hermanos, los más espectaculares...amplios, brillantes, complejos, únicos...y sometido a fuerzas gravitatorias que les hacen adquirir formas imposibles, un auténtico espectáculo en movimiento donde todas y cada una de las casi ilimitadas partículas que los componen actuan como un solo cuerpo y que al apreciarlo en todo su esplendor (como podemos hacer desde hace casi 6 años gracias a la sonda Cassini) casi parecen cuerpos sólidos. Como, de hecho, se creía que eran cuando se observaron a través de los primeros telescopios.

Y es que verlos de cerca, incluso depues de tantos años de estudio, sigue siendo un espectáculo que asombra y fascina por partes iguales...donde, sinó, podriamos ver figuras exóticas como la que tenemos en la imagen superior, en realidad ondulaciones provocadas por el paso de una pequeña luna llamada Prometeo sobre el anillo F, uno de los más estrechos y curiosos de los que conforman la "corona" de Saturno?

Como un vigilante fiero que no permite que nadie se escape del camino, Prometeo es lo que se llama una luna "pastora", pues su presencia impide que se extienda y difumine...hay muchas otras repartidas a lo largo de los numerosos anillos de Saturno, pero por su diámetro (1
48 x 100 x 68 Kilómetros
) y por afectar a uno cuya anchura apenas supera los dos centenares de Kilómetros, es quién produce perturbaciones más destacables..ondulaciones, picos, valles y transitorias acumulaciones de materia se suceden cuando Prometeo está cerca, unas turbulencias que se amplifican con el paso del tiempo, pues esta estricta vigilante pasa por delante del mismo sector del anillo cada 68 días.

El resultado? Una estructura planetaria cuya complejidad no deja de hacerse más profunda cuanto más nos adentramos en ella, y que lo convierte en algo único incluso entre sus hermanos...y es que solo hay una cosa en que todos los habitantes del Sistema Solar se parecen...en ser, precisamente, tan distintos.



El gran caudal de datos reunidos por la Cassini permitió recrear los movimientos del anillo F ante la presencia de Prometeo...como una bandada de pájaros que se mueven al unísono, las partículas que lo componen se desplazan ante su influencia gravitatoria
como un solo cuerpo.

Una de las transitorias acumulaciones de materia detectadas en el anillo, cuyo proceso de formación aún no se comprende de forma clara.

Dejando su marca inconfundible en el, el avance de Prometeo deja tras de si lo que podría compararse con el rastro dejado por un barco en el mar.

Prometeo, el "guardian" del limite inferior del anillo F y causante de las extrañas formas que vemos en el.

Multiple F-Ring "Fans"

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