lunes, agosto 23, 2010

Las arrugas de la vieja Luna

La Lunar Reconnaissance Orbiter revela señales de actividad geológica reciente.

En ocasiones, cuando la noche se extiende sobre alguno de los desiertos mas calidos, extraños ruidos rompen el ambiente de tranquilidad reinante..proceden a algunas rocas, que al pasar de temperaturas extremadamente altas a otras gélidas se fracturan, fruto de la rapida contracción que sufren ante este variación térmica. Es un proceso que afecta a toda la materia que nos rodea y que no conoce de magnitudes...tanto vale para una pequeña piedra a nuestros pies como para la brillante luna que adorna el firmamento.

Y es que, aunque a una escala temporal muy diferente, nuestra compañera vivió un proceso de enfriamiento, al igual que Mercurio y en menor medida Marte. La Tierra, por su tamaño, aun conserva buena parte de su calor interno aunque ni ella, con toda su capacidad de renovarse, se libra del paso del tiempo...asi, mientras que la temperatura del magma que actualmente alcanza la superficie puede llegar a los 1200ºC los estudios geológicos muestran que hace varios miles de millones de años se registraban valores de 1600ºC. Sin embargo se puede decir que nuestro planeta sigue siendo un mundo activo, dinámico...en difinitiva, se mantiene, a pesar de la edad, en muy buena forma.


Distinto es el ciclo vital de la Luna...mas pequeña y por tanto con menos capacidad generar y mantener su calor interno, se enfrió más rapido. Tuvo una epoca inicial con fuerta actividad volcánica, seguida de otra de enfriamiento y contracción cuyas señales aun pueden verse en su gris superficie, pero hoy día es, basicamente, un mundo sumindo en el silencio donde todo movimiento geológico cesó hace tiempo...o quizás no?


La Lunar Reconnaissance Orbiter vuelve a ofrecernos nuevos descubrimientos en nuestro satélite y con ello la necesidad de replantear algunas ideas previas...que en esta ocasión se centra en la existencia de largos acantilados de varias decenas o centenares de metros de altura, estructuras que inicialmente fueron vistas por las camaras del Apolo 15, 16 y 17 en las zonas ecuatoriales, pero que ahora han sido obervadas en todo todas las regiones.

Que tienen de especial? La respuesta es que los geologos creen que estamos ante fracturas del terreno fruto de la contracción de la Luna al irse enfiando...cuando solo se conocían en las zonas ecuatoriales podrían haberse tratado de un fenómeno localizado, pero con las nuevas observaciones de la LRO, que los situan en todas las latitudes, esta es explicación más viable. Pero lo mas importante es que, aparentemente estamos ante estructuras bastante jovenes, quizas no mas de mil millones de años o posiblemente pocos centenares, un tiempo que es parece inmenso a escala humana pero que para la Luna representa solo una pequeña fracción desde su nacimiento.


Su juventud geologica se observa en las fotografias, donde estos acantilados, al formase, literalmente borraron o partieron en dos pequeños crateres anteriores, que de por si suelen ser relativamente jóvenes pues los más antiguos terminan siendo borrados por los posteriores.

Y evidentemente, ante tales evidencias, surge una nueva pregunta. Podrían seguir produciendose estos movimientos de contracción? Se están formando nuevos acantilados? Los Apolo dejaron en la superficie sismógrafos que detectaron, durante el tiempo en que permanecieron activos, numerosos terremotos...se les asoció a impactos de meteoritos, a las mareas producidas por La Tierra y por los súbitos cambios térmicos entre el día y la noche, pero existe la posibilidad, aunque pequeña, de que detrás de algunos de ellos se encuentre un proceso de contracción de la corteza y el manto que sigue activo. De hecho el equipo responsable de estos descubrimientos planea comparar las imágenes tomadas durante los vuelos de los Apolo con las tomadas por la LRO de las mismas regiones, con el objetivo de descubrir algun tipo de cambio geográfico.


Saliendo siempre perdiendo en la comparación con intesa actividad geológica de cercana La Tierra la gris Luna no parece mucho más que una roca esteril y silenciosa flotando en el espacio...sin embargo el excelente trabajo de sondas como la estadounidense LRO, la japonesa Kaguya o la India Chandrayaan-1 nos están enseñando que es mucho más que eso y que por debajo de sus polvorientas llanuras se esconde un mundo cuyo corazón, quizás, aun no ha dejado de latir.

Una fractura del terreno cruza la llanura Lunar, deformando o incluso borrando parte dealgunos pequeños crateres, lo que demuestra que se formo posteriormente a estos.

Los terrenos de Taurus-Littrow, cerca de donde alunizó el Apolo 17 (flecha), también esta recorrido por una de estas fracturas elevadas, y por ello ha sido la única estudiada directamente.

Incluso en tiempos geológicos recientes la Luna experimento una paulatina contracción, estimada en unos 100 metros, fruto de un interior cada vez más frio, lo que fracturo su fragil corteza. La imagen muestra en todo su esplendor uno de los ejemplos más espectaculares, que recorre el interior del crater Gregory.

Durante la epoca de los Apolo se descubrieron numerosos fracturas (puntos negros), pero solamente en la región ecuatorial...la LRO esta localizando de nuevas (puntos blancos) en todas las latitudes del globo, lo que demuestra que es un fenomeno global que afectó a toda la Luna.

La contracción lunar generó fallas en la corteza, que se manifestaron en la superficie con la formación de fracturas elevadas.

Lunar Reconnaissance Orbiter reveals 'Incredible Shrinking Moon'

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