jueves, mayo 27, 2010

Un corazón latiendo en la oscuridad

Voyager 2 retorna a la normalidad tras repararse el fallo que impedía la transmisión correcta de los datos científicos.

Un Bit, un simple Bit alterado en la memoria del ordenador a bordo podría haber puesto punto final a una odisea de 30 años que se encuentra, precisamente ahora, en un momento culminante cruzando la última frontera que separa el reino del Sol del espacio interplanetario...ese fue el diagnóstico de los técnicos del Jet Propulsion Laboratory tras examinar los problemas detectados en la Voyager 2, que repentinamente cambió su patrón de comunicación y empezó el envío de los datos científicos formateados de tal manera que era imposible descifrarlos. Pero una vez conocido el problema ha sido relativamente facil solucionarlo.

Acrónimo de Binary digit, conocemos por Bit a la unidad mínima de información empleada en cualquier dispositivo digital, y que viene a representar dos posibilidades...Blanco o Negro, Si o No, abierto o cerrado, ect. Todo esto se representa con Ceros (apagado) y Unos (encendido), y es precisamente eso fue lo que se alteró repentinamente en la memoria de la Voyager 2, donde un 0 se convirtió en 1, alterando con ello todo el funcionamiento de sus sistemas informáticos.

El origen parece haber producido por el impacto de un rayo cósmico (partícula subatómica de alta energía, que se desplazan a velocidades cercanas a la de la Luz) que superó la protección de radiación de la nave. Su efecto fué mínimo, insignificante, pero para el ordenador de la Voyager 2, una auténtica relíquia informática de finales de los años 70, implicó un efecto que bién pudieron haber sido irreversibles.

Y como en ocasiones solemos hacer hoy día cuando nuestros ordenadores personales cuando dejan de funcionar correctamente también el ordenador de la Voyager 2 fue reseteado para eliminar el problema...no toda ella, claro está, sino unicamente el problemático Bit. Los comandos para proceder a dicha operación se enviaron el Miércoles 19 de Mayo, se recibió la confirmación de que la operación se había realizado con éxito en día 20 y el 23 se reanudaron el envío de datos científicos a la Tierra, que se habian suspendido desde el día 6 de Mayo.

Aunque los técnicos aun deberán inspeccionar en profundidad los datos científicos que de nuevo se reciben desde el borde mismo del abismo, para comprobar que se volvió a la normalidad, todo parece indicar que el corazón de la ilustre y veterana Voyager 2, que lleva 33 años de misión, vuelve a latir y que seguirá con nosotros en su viaje sin retorno hacia las estrellas...


Las sondas gemelas Voyager 1 y 2 son los dos vehículos humanos más alejados de la Tierra y se dirigen hacía el espacio interestelar, llevando en su interior sendos mensajes para hipotéticas civilizaciones extraterrestres que algún día pudieran encontrarlas.

La Memoria de los ordenadores de la decada de los 80s donde se pueden ver los bits físicos. La fotografía muestra un conjunto de unos 4x4 Centímetros, que corresponden a 512 bytes...se necesitarían 548 como este para contener unicamente la información de esta misma fotografía, lo que demuestra la vertiginosa evolución y crecimiento de la capacidad de almacenar datos en las ultimas 3 décadas.

Engineers Diagnosing Voyager 2 Data System

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