La Lunar Reconnaissance Orbiter se encuentra ya orbitando la Luna a tan solo 50 Kilómetros por encima de la superficie, una posición que alcanzó el pasado 15 de Septiembre, lo que le esta permitiendo captar imágenes con el doble de resolución que cualquiera de las conseguidas previamente. Y entre muchos otros elementos de la torturada orografía lunar, esto nos ofrece la posiblididad de observar, con mucho mas detalle, los lugares de descenso de los Apolo.
En esta ocasión los ojos de la sonda pasaron (ya que se toman imagenes de amplias franjas de terreno, no son fotografias específicas) por encima del punto donde el Apolo 17, el 11 de diciembre de 1972, alunizó en un punto situado en la frontera entre el Mare Tranquillitatis y el Mare Serenitatis. Tras su marcha quedaron atras parte del módulo de descenso, todos los instrumentos de medición y el vehículo movil (LRV) que los astronautas utilizaron para desplazarse. Todo esto quedo allí, y ahora podemos verlo con claridad.
La luz solar incidía en un ángulo de 28º, lo que favoreció la toma...así, ademas del propio módulo (el Challenger), podemos ver claramente las huellas dejadas por los astronautas, tanto por sus desplazamientos a pie como motorizados. Igualmente es visible la bandera (flag), los diversos intrumentos allí dejados, el LRV y diversos cráteres y rocas que recibieron la visita de Eugene A. Cernan y Harrison H. Schmitt, quienes premanecieron casi 75 Horas en la superficie selenita y recorrieron un total de 35 Kilómetros.
El viaje del Apolo 17 fue tambien el del adiós a la Luna, una despedida tan prematura (pues originalmente los Apolo deberian haber llegado hasta el 21) como casi definitiva...cuando el comandante Cernan, antes de subir al módulo Challenger, miro por ultima vez la silenciosa llanura que lo rodeaba, pronunció una frase, no tan famosa como la de Armstrong pero igualmente merecedora de nuestra atención: "El reto estadounidense de hoy ha forjado el destino del Hombre del mañana". Sabía muy bien que pasaría a la historia el ultimo ser humano en pisar nuestro satélite en mucho tiempo...pero, quizas, también creía que con su viaje y los de sus predecesores, aunque no tendrian continuidad, habian abierto un camino que, tarde o temprano, la Humanidad, por mucho que se empeñara en mirar hacia otra parte, volvería a cruzar, pues la llamada de la Luna acabaría por recibir una respuesta.
40 años despues aun no hemos vuelto, pero por primera vez en decadas estamos empezando a caminar nuevamente por el camino que abriron los Apolo, hacia el lugar donde la última bandera espera nuestro retorno.
Una ampliación de la imagen permite ver con mas detalle la parte inferior del módulo Challenger. Pueden distinguirse las "patas" del vehículo.
Vista desde la superficie lunar de Geophone Rock y el ASLEP, un conjunto de experimentos interconectados a traves de una estación central (Central Station), encargada de procesar y transmitir los datos, así como gestionar la energia disponible para todos los intrumentos.
El LRV, vehículo que permitió a Eugene A. Cernan y Harrison H. Schmitt recorrer hasta 35 Kilómetros durante los casi tres días que permanecieron en la superficie lunar.
LRO Takes Closer Look at Apollo 17 Landing Site
Apollo 17 Lunar Module Landing Site
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