sábado, mayo 26, 2018

Un camino de dos

 
InSight completa su primera y mayor corrección de maniobra.

 Los largos viajes interplanentarios representan enfrentarse a meses y años de soledad, pero en sus primeros pasos se ve seguida por la etapa superior del cohete que la proyectó a su trayectoria solar, y que, fruto de su propio impulso, rompe también los lazos con la Tierra. Es una situación curiosa, ya que representa, por ejemplo, que no solo las Voyager están escapando hacia las estrellas, sino que también lo están haciendo las ahora silenciosos cohetes que hace décadas las enviaron hacia su largo viaje. Son los compañeros invisibles de las sondas espaciales, una curiosidad que suele pasar inadvertida.

Aunque no, evidentemente, para los equipos humanos que hay detrás de cada una de ellas. La presencia de estos compañeros indeseados es un problema, especialmente cuando el objetivo es Marte y no se quiere que estos alcancen también el planeta rojo, ya que es un lugar con potencial biológico y no están esterilizados. Por ello ambos despegan en una trayectoria "incorrecta", que de seguir así les haría fallar en su objetivo. Con la diferencia que una sonda está capacitada para ir haciendo las correcciones necesarias hasta ponerse en el camino buscado, mientras que el cohete impulsor seguirá en su ruta original, lejos de todo peligro.

InShight no es la excepción. Lanzada el pasado 5 de Mayo, inicialmente su camino la llevaba lejos de Marte, ya que detrás de ella la seguía la etapa superior del cohete Atlas V 401, conocida como Centauro. que le dio el impulso definitivo. Era la forma de evitar que este segundo tuviera un encuentro no deseado con el planeta rojo, pero una vez conseguido era necesario corregir el rumbo. Y este "giro de timón" ocurrió este pasado 23 de Mayo, cuando un encendido de 40 segundos de sus impulsores modificó la velocidad de la sonda lo suficiente para ponerla, ahora si, en camino. A diferencia del Centauro, que seguirá su camino hacia el espacio profundo. Sus caminos han divergido de forma definitiva.

Habrá más correcciones, aunque esta fue la mayor de todas las tendrá que afrontar hasta su llegada. Y es que llevar a una sonda al lugar y momento preciso es todo un ejercicio de precisión y equilibrio. Por ejemplo, un conjunto de cuatro impulsores se dispara de forma autónoma todos los días para mantener los paneles solares de la nave mirando al Sol y sus antenas apuntando a la Tierra, algo necesario, pero que también puede llevar a errores que los navegadores deben tener en cuenta y contrarrestar.

No solemos tener muchas noticias de una sonda en camino, lo que transmite la sensación de que el viaje entre mundos es un momento plácido y tranquilo, donde poco hay que hacer para su equipo en tierra. Nada más lejos de la realidad. El duro trabajo no cesa ni un solo día.

Un inicio con dos protagonistas. 

InSight Steers Toward Mars

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